21 abril 2010

Él era solo un niño de
de trenes sin destino,
buscaba su camino y de repente
algo cambió su vida en la estación.
Allí estaba ella,
única con pulseras,
con flores en el pelo y la sonrisa
comiéndole la cara con algodón.


Cuantos días, cuantos meses, cuantos años,

esperando que la vida
lave todo el desengaño.
Cuantos días, cuantas nueces, veinte años,
separados no lograron apagar ese amor,
ese amor... ese amor


Pero llegaron tiempos, oscuros y violentos,

en que toda la vida era un callejón
que no tenía salidas, solo desolación


Ella partió deprisa,

voló como una brisa,
huyendo de esos días y él lo comprendió.
Porque estalló en pedazos su corazón.


Cuantos días, cuantos meses, cuantos años,

esperando que la vida,
lave todo el desengaño.
Cuantos días cuantas nueces 20 años
separados no lograron apagar ese amor
ese amor.


Pero un día se encontraron como trenes de ida y vuelta en el andén se abrazaron, se besaron y todo empezó de nuevo otra vez.



Cuantos días, cuantos meses, cuantos años,

esperando que la vida
lave todo el desengaño.
Cuantos días, cuantas nueces 20 años,
separados no lograron apagar ese amor
se amor... ese amor.

Coti.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola es muy lindo lo que escribiste .

florian

endim mawess dijo...

un desabafo e tanto